jueves, 7 de agosto de 2008

El secreto de los colmillos más venenosos de las serpientes

Los colmillos venenosos de las serpientes son como jeringas: tienen una canaladura por la que inyectan el veneno. En el mundo hay unas 2.700 especies de serpientes que tienen estos mortíferos dispositivos, entre ellas la especie australiana Oxyuranus: puede llegar a matar a 250.00 ratones o a un centenar de personas.
Los de esta serpiente, que sostiene el investigador Freek Vonk la imagen, son como para tomárselos muy en serio. Se trata de la especia australiana Oxyuranus microlepidotus, el ofidio más venenoso del mundo.
En teoría, es capaz de generar suficiente veneno como matar a 250.000 ratones o a un centenar de personas, aunque afortunadamente vive en una región remota del desierto australiano.
Vonk, un experto en serpientes que investiga en la Universidad de Leiden, en Holanda, es también el autor de un original trabajo que recoge la revista Nature, por el que concluye que los colmillos venenosos ?que pueden estar situados en la parte delantera de la mandíbula superior de algunas serpientes, como las cobras o las víboras, o más atrás en el paladar? se originan, durante el desarrollo embrionario, en la parte más posterior de la mandíbula, en la zona donde se crean los dientes.
De acuerdo con Vonk el hallazgo de un origen único ?observable a partir de un estudio de 96 embriones de ocho especies de serpientes? es una absoluta sorpresa. Se sabía que las serpientes habían desarrollado estos particulares colmillos-jeringa mediante el desacoplamiento de las dos mandíbulas, la inferior y la superior, pero este hecho podría haber sucedido hace 60 millones de años, lo que dio lugar a las serpientes venenosas que utilizan los colmillos para inyectar así su veneno.
En el mundo hay unas 2.700 especies de serpientes que tienen estos mortíferos dispositivos. Y todas ellas son, desde luego, bastante venenosas.

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