jueves, 11 de septiembre de 2008

Movimientos sociales de América del Sur repudian el nuevo acuerdo nuclear entre Brasil y Argentina

Río de Janeiro, 10/09/08- Organizaciones no gubernamentales y movimientos sociales de diversos países de América del Sur, divulgaron una nota de repudio al acuerdo nuclear entre Brasil y Argentina y “a la consecuente nuclearización de América del Sur”. La nota fue difundida después del anuncio realizado por el presidente de Brasil, Luis Inácio Lula da Silva, y por la presidente de Argentina, Cristina Kirchner, de la creación de una empresa binacional destinada al enriquecimiento de Uranio, a la producción de radioisótopos y al desarrollo de reactores nucleares. Según la nota, los presidentes “despreciaron a la opinión pública de sus países, que se mostró mayoritariamente en contra de la construcción de Centrales Nucleares”. De acuerdo a las organizaciones, la iniciativa forma parte de “un Paquete Nuclear conjunto mucho mayor, el cual involucra a otros 61 proyectos en el sector”. Estos proyectos habrían sido “elaborados y decididos en secreto, sin ninguna consulta a las poblaciones, las comunidades científicas, ni siquiera a los parlamentos de los dos países al igual que en los más sombríos tiempos de las dictaduras que asolaran Brasil y Argentina años atrás”, afirman. Las entidades también criticaron el hecho de que el paquete brasilero-argentino está basado “en planes megalómanos de instalación de 12 a 15 centrales nucleares en América del Sur para el año 2030, lo que extiende la aventura nuclear a países como Chile, Uruguay, Perú, Venezuela, Bolivia y Ecuador”. “Lamentablemente, Argentina, a pesar de su situación económica, decidió apostar a una forma de energía costosa y superada, al retomar las obras de Atucha II después de una paralización de muchos años y anunciar la construcción de otras dos nuevas centrales así como la apertura de peligrosas actividades de minería de Uranio”, agregan. “El festival nuclear” Critican también la posición brasilera al optar “por resucitar una industria nuclear que ya fue responsable de un tercio de la deuda externa en la década del 80, costando al tesoro público cerca de 40.000 millones de dólares”. Para las organizaciones, el Presidente de Brasil “es aun más ambicioso; a pesar de no haberse resuelto hasta hoy el problema de la disposición final de los residuos nucleares de las centrales Angra I y II, lanzó el desafío de hacerlo en 60 días, cuando la industria nuclear mundial no lo ha logrado en más de 50 años”, afirman. Según las organizaciones, quien va a pagar la cuenta del "enorme festival nuclear" será el ciudadano común, que también estará expuesto a los riesgos del ciclo nuclear. Para las organizaciones, Brasil y Argentina “parecen no darse cuenta de la oportunidad de liderazgo que podrían ejercer en las discusiones sobre los cambios climáticos, en la búsqueda de nuevas fuentes de energía, al ensuciar sus matrices energéticas con la imposición de paquetes nucleares y con el fomento a un ambiente de inseguridad en la región”. Algunas de las organizaciones que firmaron la nota son: Amigos de la Tierra (Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay, Costa Rica, América Latina y el Caribe), Sociedad Angraense de Protección Ecológica, ATLAS - Tierra de Laranjeiras, INESC, FASE, Programa Argentina Sustentable, Bios Argentina, Greenpeace Argentina, Asociación Ecologista Piuke - Bariloche, Rede Uruguaya de ONGs Ambientalistas, Instituto de Ecología Política de Chile, Chile Sustentable, Programa Conosur Sustentable, Red de Ríos Internacionales. (Redacción/Adital)

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