miércoles, 14 de noviembre de 2007

Buscan sumar pruebas para La Haya

El Gobierno se abocará a la recopilación de elementos que permitan determinar la contaminación del río compartido
Botnia ya funciona sobre el río Uruguay. El diálogo bilateral y la facilitación están por ahora interrumpidos en los hechos. ¿Qué hará la Argentina en adelante? ¿Cuál es la estrategia por seguir en el conflicto diplomático? La Casa Rosada y la Cancillería definieron en las últimas horas el curso de acción que se promoverá en la controversia con Uruguay de aquí en más: el Gobierno apuntará todos sus esfuerzos a recopilar elementos que puedan indicar una acción contaminante por parte de la pastera finesa en el cauce de agua compartido y en la atmósfera de su zona de influencia, con el propósito de reforzar la presentación judicial en La Haya. Así lo revelaron a LA NACION altas fuentes oficiales abocadas al manejo de la controversia, que dijeron que para estos fines se dará prioridad al plan de control ambiental diseñado por la Secretaría de Ambiente de la Nación, que conduce Romina Picolotti. Esa repartición preparó meses atrás un mapeo general del estado de la cuenca con indicadores de los niveles biogeoquímicos del río y del aire en el complejo Gualeguaychú-Fray Bentos. Esa información servirá, mediante la recopilación de nuevos datos en distintas etapas de funcionamiento de la planta, para realizar un seguimiento y establecer un contraste que podría ser utilizado para sustentar la presentación de la Argentina en la justicia internacional. Las fuentes indicaron que hasta enero no habrá acciones legales nuevas por parte de la Argentina. No se piensa por el momento en presentar nuevos recursos de amparo ante La Haya, tal como lo reclaman los asambleístas entrerrianos, pues se considera más importante la recolección de pruebas que permitan dar, en una etapa posterior, mayor sustento a la presentación de la Argentina en el tribunal. Allí, el país acusa a su vecino por la presunta violación del Estatuto del Río Uruguay, al aprobar de manera inconsulta la instalación de Botnia. No se espera que La Haya se pronuncie definitivamente sobre el litigio hasta fines de 2008. En la Cancillería apuestan a presentar nuevas pruebas en el período que queda hasta entonces. La Argentina presentará su réplica al descargo uruguayo por la violación del Estatuto del río el 29 de enero próximo. Uruguay responderá con una dúplica, el 29 de julio. Luego el tribunal llamará a las partes a audiencias orales, que se prolongarán por un mes, y la sentencia llegará sobre el fin del año. Expectativas ¿Existen expectativas por lo que pueda resolver el tribunal? "La corte dijo en su primera resolución que si ve que hay un derecho que está perjudicado puede ordenar un desmantelamiento de la planta", dijo una fuente que conoce como pocos el caso. De allí el interés de aportar nuevos elementos. Otro punto central será el manejo de la protesta en Gualeguaychú. La Casa Rosada apuntará a reforzar el diálogo con los asambleístas y no considera despejar las rutas por la fuerza. Ni ahora ni en el verano, cuando los bloqueos compliquen el turismo en las playas uruguayas. Eso afecta con fuerza la economía uruguaya. En la Cancillería reina un profundo malestar por las definiciones políticas que en los días posteriores al fracaso de la cumbre en Chile comenzaron a difundir las autoridades uruguayas. Sobre todo, dijeron funcionarios designados por Jorge Taiana para atender la controversia, las declaraciones del canciller uruguayo, Reynaldo Gargano. "Se acabó el tiempo de la buena voluntad", había sido la frase que despertó más irritación en el Palacio San Martín. "Las declaraciones de Gargano sobre el fin del diálogo son la reafirmación última de una voluntad que nunca existió", dijo, en nombre de Taiana, un alto funcionario de la Cancillería. "Lo que sucedió fue que el gobierno uruguayo sorprendió a todo el mundo y firmó la habilitación de la planta cuando el compromiso era seguir con la facilitación española, en paralelo con el proceso judicial", agregó el diplomático. En la Cancillería reafirmaron ayer la voluntad de continuar con la negociación, incluso pese a que Botnia esté ya en funcionamiento. "El diálogo está ahora interrumpido por las circunstancias, pero la Argentina está dispuesta a seguir adelante con una negociación. España tiene también voluntad de contribuir", dijo un alto funcionario abocado al caso. Las relaciones atraviesan un tiempo crítico y el Gobierno augura más momentos tempestuosos para los próximos años. Por Lucas ColonnaDe la Redacción de LA NACION
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